Resumen
El auge de las operaciones espaciales privadas ha iniciado una nueva etapa de la presencia humana en la órbita baja de nuestro planeta.
Si bien es cierto que la participación de las agencias espaciales estatales prevalece, la convivencia con empresas privadas cuyas funciones se asemejan en gran medida al propósito y objetivos de las primeras, demanda una redefinición de los alcances del marco jurídico internacional aplicable que establezca de manera clara el control de las operaciones privadas espaciales donde existe una clara tendencia a la comercialización.
Es precisamente el aspecto comercial, el rasgo que demanda una revisión de las normas jurídicas internacionales con efectos inmediatos hacia la supervisión y control de las operaciones espaciales realizadas por entes privados sin dejar de lado la faceta de exploración e investigación que tienen los Estados a través de sus agencias espaciales.
El inicio de la clarificación del control y supervisión en este rubro es crucial de cara al inminente y exponencial desarrollo tecnológico espacial que devendrá de los avances que desvelará el programa Artemis con miras a la exploración presencial humana en la Luna y posteriormente en otros cuerpos celestes del sistema solar.