La recaudación impositiva sin lugar a duda es uno de los pilares fundamentales de todo estado de derecho moderno, democrático y constitucional. Es en la recaudación donde ha de encontrarse el motor de la prosperidad estatal y por tanto del desarrollo y aplicación de políticas públicas que logren cumplir con el objetivo principal de toda estructura sociológica, política y gubernamental: el bien común de los ciudadanos. No obstante, ello, la recaudación impositiva sigue ciertos criterios que se atan al cumplimiento estricto de las premisas constitucionales y en consecuencia del sistema de frenos y contrapesos, raudamente característico de las democracias liberales…